La Radioterapia Oncológica es una especialidad médica con un ámbito específico de actividades médico quirúrgicas dedicadas a los aspectos diagnósticos, clínicos y terapéuticos del paciente oncológico.
Utiliza las radiaciones ionizantes solas (por ejemplo, en el cáncer de próstata) o en combinación con otros agentes (cirugía/quimioterapia, por ejemplo, en el cáncer de esófago).
El 60% de los pacientes con cáncer requieren tratamiento radioterápico. También es efectiva en determinadas patologías benignas, ya que se puede utilizar con finalidad antiinflamatoria como en la artrosis.
La radioterapia es una técnica muy especializada y compleja. Se necesita un amplio grupo de profesionales (técnicos especialistas en radioterapia, dosimetrístas, enfermería, radiofísicos y médicos especialistas en oncología radioterápica) para la planificación y el tratamiento de los pacientes tributarios de radioterapia, así como para el mantenimiento de los equipos.
La radioterapia antitumoral consiste en la administración de radiación ionizante en un volumen del cuerpo para erradicar o despoblar células tumorales, sin sobrepasar los límites tolerables para los tejidos normales. El objetivo de la radioterapia se basa en un aumento del control local del tumor (es decir, evitar que se produzca una recidiva del tumor una vez ha sido eliminado), y en consecuencia, conseguir un aumento de la supervivencia.
Los tratamientos de radioterapia son muy precisos y conformados, esto quiere decir que van muy dirigidos a la zona que se desea tratar, con el objetivo de poder dar la máxima dosis posible y causar el mínimo daño a los órganos críticos cercanos.